Cuando escuchamos la palabra Holocausto, inmediatamente nos remitimos a esas 6 millones de víctimas judías
que fueron asesinadas en los campos de concentración, en el
marco de la 2a Guerra Mundial.
Esa
horrible guerra que terminó con el lanzamiento de la bomba atómica en Iroshima y Nagasaki. Una
destrucción no sólo inmediata, sino a largo plazo. Dejó secuelas de radiación en un
gran número de personas. Y con esa experiencia tan dolorosa, el ser humano no aprende y repite la
historia. Ahora el campeón, es el primero que tenga la bomba nuclear. El más poderoso.
Tristemente
el 7 de octubre vivimos otro Holocausto. Estos enemigos
tienen que estar locos para lanzar miles de misiles
al aire a ver adonde caen y otras veces dirigidos a sitios específicos para hacer daño a la
infraestructura y a la población civil. Son seres anormales, insensibles y creativos para la destrucción.
Eso es lo único que se les ocurre, destruir al enemigo. Un “enemigo” que les ayuda. Donde se
ha visto que en una guerra, el enemigo corra con los gastos de energía, acueducto, para que el enemigo
pueda sobrevivir? Se ataca, pues hay que defender a la población israelí de esa agresión
sin medida, pero el ejército de Israel hace lo que no hace ningún ejército del mundo y es
avisar para que puedan resguardarse y evitar el daño ocasionado por la guerra. Construyeron una gran
cantidad de túneles como una magistral obra de ingeniería. Si Israel deja esos túneles en
pie, el día de mañana, puede haber otro ataque similar al del 7 de octubre, pues ya le demostraron
al mundo lo salvajes que son.
Lástima que lo que se proyecta al público, a través de
los medios y de las redes, aparece Israel como el
malo del paseo, cuando lo que busca es desmantelar esa
maquinaria de muerte que funciona tan bien en Gaza y en el Líbano con Hezbolá . Una cubierta
disfrazada de hospitales, centros educativos, mezquitas, que están construidas para camuflarse ellos y
sus armas y donde han tenido cautivos a los inocentes secuestrados que están pagando con su sufrimiento,
el terror cometido por estos bárbaros que no tienen compasión.
Y ahora Irán se
enorgullece de anunciar otro Hiroshima contra Tel Aviv. Lo denominan Teloshima . Es como si el tiempo no hubiera
pasado y las enseñanzas no fueron aprendidas. La misma amenaza, la misma destruccion, el mismo
sufrimiento, en vez de pacificar al mundo de entendemos los unos a los otros y lograr alguna tolerancia y
respeto para que podamos convivir, a pesar de las diferencias.
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