En las últimas semanas nos hemos referido a algunos de los frentes ante los cuales se enfrenta Israel, entre ellos Gaza, Líbano e Irán.
Dados los combates que se están llevando a cabo en Siria entre fuerzas gubernamentales y de la oposición es importante tener en cuenta la influencia que estos combates puedan tener en las relaciones entre Siria e Israel.
Las milicias rebeldes sirias que luchan contra las fuerzas gubernamentales se han apoderado ya de la segunda ciudad más importante de Siria, Alepo, y continúan adelantando.
Estas milicias están divididas. Los kurdos y las fuerzas democráticas son apoyadas por Estados Unidos y parte de los gobiernos árabes. Las fuerzas islámicas radicales reciben el apoyo de Turquía. El gobierno sirio recibe el apoyo de Irán y Rusia. Los rusos, tal cual ellos saben hacer, ya han bombardeado con sus aviones y los muertos de ambos lados se cuentan ya por los miles, gran parte de ellos civiles.
El interés de Rusia y de Irán en conservar el gobierno de Assad en Siria ya lo conocemos desde hace varios años, años en los cuales Rusia bombardeó escuelas y hospitales sin que las Naciones Unidas o la opinión pública internacional dijeran algo al respecto.
El interés de Turquía, tampoco es nuevo, es crear una zona controlada dentro de Siria, que en parte ya existe, para impedir el contacto entre los kurdos de ambos lados de la frontera.
El interés de las fuerzas democráticas y kurdas sería de crear una Siria democrática.
En los últimos tiempos, el presidente de Turquía, Erdogan, intentó un acercamiento al gobierno de Assad pero éste se refusó a todo sus pedidos. El presidente sirio exigió que previamente Turquía retire sus fuerzas de territorio sirio.
Las relaciones diplomáticas entre Siria y Turquía se rompieron en 2012 luego de la matanza de Assad sobre su población. Paralelamente tropas turcas con ayuda de milicias rebeldes invadieron Siria , expulsaron a los kurdos allí residentes y hasta hoy día controlan esos territorios. Turquía quiere hoy día extender su control sobre territorios adyacentes.
Los kurdos, mientras tanto, hoy día, también se organizaron para repeler a las fuerzas turcas.
Estas fuerzas kurdas, conjuntamente con otras fuerzas árabes se formaron ya hace algunos años por instancia de Estados Unidos para luchar contra el ISIS. Con el tiempo, este se transformó en un tema de disputa entre Estados unidos y Turquía. Durante la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos hubo intentos de Erdogan de convencer al presidente americano de dejar en manos de Turquía la lucha contra los restos del ISIS pero los americanos se opusieron.
Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos las relaciones con Erdogan no mejoraron, al contrario. Biden apoyó a los kurdos en Siria. También hubo desacuerdo entre los dos países respecto a la intención de Turquía de adquirir armamento ruso lo cual impidió la venta de aviones americanos a Turquía.
Finalmente Biden aceptó vender aviones F16 a Turquía con la condición de que Turquía acepte que Suecia y Finlandia se integren a la OTAN.
Veremos que sucederá en las relaciones entre los 2 países luego de la toma de poder de Trump en Estados Unidos. Es de suponer que el presidente turco intentará convencer nuevamente al presidente americano de dejar de apoyar a las fuerzas kurdas en Siria.
Dada la situación actual en Siria es imposible saber al momento que es lo que sucederá. Se están llevando a cabo iniciativas que hasta hace poco parecían no reales. El Ministro de Relaciones Exteriores iraní llegó a Turquía con la intención de convencer a su presidente de detener su apoyo a las milicias que luchan contra el gobierno de Assad. Erdogan también recibió llamadas telefónicas de Rusia al respecto.
Para entender el problema interno de Siria debemos conocer un poco mas la demografía del país. La población actual se estima en unos 25 millones de habitantes. No hay detalles mas precisos debido a la inestabilidad del país. De ellos alrededor del 75% son musulmanes sunitas. Los árabes sunitas representan aproximadamente el 60%, los kurdos un 8.5% y turkmenistanos un 3%. Un 3% son musulmanes shiitas. Los alawitas, otra rama musulmana, representan un 10% de la población y los cristianos alrededor de otro 10%.
Pero el poder gubernamental está en manos de los alawitas. Y esto constituye sin lugar a duda una de las causas de la inestabilidad del país. Las relaciones entre alawitas y shiitas son relativamente buenas, no así las relaciones con los sunitas. El gobierno de Assad, quien es alawita es dictatorial y corrupto y el poder pasó de padre a hijo en la familia Assad.
Con respecto a las relaciones Israel- Siria durante el último año, estas fueron relativamente tranquilas. Israel atacó durante el último año varias posiciones militares relacionadas con Irán o con la Hizballah. El gobierno sirio, así como las fuerzas rusas allí presentes permitieron a Israel destruir material bélico destinado a la Hizballah así como caravanas de abastecimiento iraníes.
El gobierno sirio, aparentemente, no quiere un conflicto directo con Israel. Y hoy día, aún menos.
Israel por su parte preferiría a un Assad débil gobernando en Siria y no a rebeldes islamistas en el poder. Pero Israel no permitirá a las milicias iraníes tomar control de posiciones estratégicas cerca de la frontera con Israel. Tampoco permitirá el paso de armamento iraní hacia Líbano.
¿Alguien dijo que las cosas son sencillas en Medio Oriente ?
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